Entrevista Hernán Leal (vol. 2)

Montañismo como escuela de emprendimiento

«Alcanzar la cima del Everest plasmó en mi corazón una visión: todos llevamos dentro cumbres que debemos conquistar»

Hernán Leal Barrientos, presidente y fundador de FASTCO Group, se convirtió en el primer latinoamericano en subir el Everest y el Lhotse en la misma expedición. En su primer libro, “Las Montañas que llevamos dentro” (2018) Hernán Leal construye un modelo de tres pasos para concretar los sueños. 

De la cima del Everest a la creación de su propia empresa, hace más de 21 años en su Chile natal, su mentalidad montañista le ha ayudado a superar varios ochomiles y todas las dificultades empresariales que un emprendedor de su talla encuentra en su carrera.

En esta segunda entrega de la entrevista que Hernán Leal nos concedió en su visita a España, disfrutaremos de las claves que el montañismo le ha aportado para conseguir sus cimas empresariales.

  • ¿Qué ha aportado el montañismo a tu trayectoria profesional?

    Ser un montañista y un empresario es muy similar: ambas actividades se realizan en equipo. Las expediciones a los ochomiles son con más personas, tienen recursos financieros, tienen logística,  tienen una serie de elementos que se parecen a la empresa: una estrategia, tiempos, agenda y depende de condiciones que tú no manejas. En la empresa uno maneja algunos aspectos pero también hay aspectos inesperados, como por ejemplo la economía...

    Nadie se esperaba  la pandemia y muchos empresarios que no estaban preparados sufrieron grandes perdidas. A los que estaban preparados les fue medianamente bien. En la montaña es lo mismo, porque tú puedes tener un buen pronóstico del clima, pero eso puede cambiar de repente. En la mitad del trayecto tienes que decidir que haces: ¿vas bien preparado o tienes que volverte?. A mí una de las cosas que me encanta de la montaña es este juego, un juego realista que tiene el emprendedor con la montaña.

  • Comparas subir un ochomil con montar una empresa, es una imagen muy potente...

    Es una metáfora que utilizo mucho en mis charlas motivacionales, porque es mucho más fácil y gráfico cómo una empresa enfrenta desafíos similares a una expedición en la montaña.

    En la montaña la variable clave es el clima, porque las rutas, hoy día, están casi todas hechas. Tú vas a un ochomil  y hay distintas rutas que ya están señaladas. Unas más fáciles, otras más difíciles,  pero están casi todas hechas . Lo que no está cerrado es cómo va a ser el clima y, además, con el cambio climático, tienes más problemas porque a veces es más impredecible.

    De hecho, yo en ocasiones ando en la montaña con hasta tres pronósticos diferentes y, aún así, ninguno de ellos da en el clavo. La otra variable clave son los recursos humanos, que son fundamentales, las personas que trabajan con uno, que están ahí. Porque tienen que estar motivadas, tienen que ser especialistas, tienes que rodearte de personas que te suman en la escalada, porque si te restan, está tu vida en juego.

  • Y en la empresa, el buen clima y un equipo motivado son claves para el éxito.

    Mira, en la empresa,  tú puedes perder tu plata, tu lana, tu dinero, como le llames. En la alta montaña te juegas la vida, por lo tanto hacer una buena planificación, rodearse de personas positivas, tener una buena logística, tener un buen pronóstico del clima, y en definitiva hacerlo todo como corresponde, es clave. Y eso es igual en la empresa.

    En la empresa, las variables económicas son las que tú vas a tener qué pronosticar: cómo se viene el aumento del consumo, la inflación, cómo se viene el crecimiento este año, los impuestos, cuál es la variable política, la pandemia, la inmigración, lo que sea. Son muchas variables que se discuten hoy y que son dinámicas como el clima, ese es el clima en el mundo empresarial.