Voces Autorizadas Fastco España Fernando Moreno Gómez

Fernando Moreno Gómez es director de consultoría tecnológica, miembro de la Alianza de Inteligencia Artificial y Mentor por la Comunidad de Madrid en la Fundación para el Conocimiento. Su experiencia como consultor para diferentes empresas, como Accenture o Microsoft, lo avalan como un experto en transformación digital y aplicación de innovación con el objetivo de que las empresas consigan no sólo ser más eficientes en costes, sino que puedan adoptar nuevos modelos de negocio y nuevos partners en el camino.

Como digital strategist, busca dar respuesta a los complejos desafíos que las empresas enfrentan en el entorno digitalizado disruptivo de hoy, las oportunidades que tienen para establecer nuevos modelos operativos y de negocio, respaldados por nuevas asociaciones y nuevas capacidades que den como resultado un crecimiento de los ingresos, costos optimizados y agilidad empresarial.

En esta entrevista con Oscar Lázaro Núñez, Country Manager de FASTCO España, Fernando Moreno Gómez nos habló de la importancia del concepto de innovación y su relación con la transformación digital y de los diferentes horizontes y caminos que pueden encontrarse en el proceso.

  • Conociendo tu trayectoria como director de consultoría, queremos saber cómo definirías el concepto de innovación dentro de tu sector.

    Sin lugar a dudas, tomo como definición de innovación la que escuché por primera vez a 𝐉𝐨𝐫𝐠𝐞 𝐁𝐚𝐫𝐫𝐞𝐫𝐨, presidente de la 𝐅𝐮𝐧𝐝𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐂𝐨𝐭𝐞𝐜, ya que me parece brillante: ❞𝐈𝐧𝐧𝐨𝐯𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐞𝐬 𝐭𝐨𝐝𝐨 𝐜𝐚𝐦𝐛𝐢𝐨 (𝐧𝐨 𝐬𝐨𝐥𝐨 𝐭𝐞𝐜𝐧𝐨𝐥𝐨́𝐠𝐢𝐜𝐨) 𝐛𝐚𝐬𝐚𝐝𝐨 𝐞𝐧 𝐜𝐨𝐧𝐨𝐜𝐢𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨 (𝐧𝐨 𝐬𝐨𝐥𝐨 𝐜𝐢𝐞𝐧𝐭𝐢́𝐟𝐢𝐜𝐨) 𝐪𝐮𝐞 𝐠𝐞𝐧𝐞𝐫𝐚 𝐯𝐚𝐥𝐨𝐫 (𝐧𝐨 𝐬𝐨𝐥𝐨 𝐞𝐜𝐨𝐧𝐨́𝐦𝐢𝐜𝐨)❞.

    Hay que tener en cuenta que, con estos parámetros, el 𝐈𝐧𝐟𝐨𝐫𝐦𝐞 𝐂𝐨𝐭𝐞𝐜 es la principal referencia para conocer cada año la situación de la innovación en España, a través del análisis de los principales indicadores nacionales, autonómicos e internacionales.

  • Transformación digital e innovación van de la mano, pero ¿cómo se asumen, cómo se interiorizan?

    Normalmente hablamos de transformación digital y nos centramos en ese componente digital, en tecnología. Obviamente, las tecnologías avanzan y cada vez a un ritmo más exponencial pero lo importante no es sólo la tecnología en sí misma, sino también las personas que la utilizan y la cultura tecnológica; y esto es muy relevante porque el cambio no se da hasta que no se interioriza.

    Hay distintas metodologías, por ejemplo, la 𝐦𝐞𝐭𝐨𝐝𝐨𝐥𝐨𝐠𝐢́𝐚 𝐏𝐫𝐨𝐬𝐜𝐢 es uno de los enfoques de Gestión del Cambio más utilizados en el mundo y sigue evolucionando. Según su 𝐦𝐨𝐝𝐞𝐥𝐨 𝐀𝐃𝐊𝐀𝐑, lo primero es ser consciente de que hay que cambiar, el querer cambiar y el tener ese conocimiento para poder cambiar. Y en ese sentido, ahí sí, una vez se han dado las etapas anteriores, podemos hablar de cambio, de transformación y de innovación aplicada. Y con un último componente para poder reforzar ese cambio en las maneras, en las formas de trabajo y en los procesos.

    Si me preguntas cómo se entiende la innovación, tal como hemos visto en su definición, lo que estamos viendo en la actualidad es cómo las empresas afrontan los retos que tienen ante la sociedad, en el sentido más amplio y no solo ante sus accionistas. En ese sentido, si hablamos de empresas más maduras, lógicamente, ya tienen una forma de operar y ese es su primer horizonte, el optimizar ese componente desde un punto de vista más orientado hacía industrialización de esos procesos y el foco es eficiencia. El problema es que es cortoplacista.

    Hay que empezar a mirar hacia arriba y pensar en un segundo horizonte: ¿cómo soy capaz de ver nuevas formas de ir al mercado, desde un punto de vista geográfico o desde un punto de vista de modelo de negocio, desde un punto de vista de otras capacidades?

    Y hay un tercer horizonte, según 𝐌𝐜𝐤𝐢𝐧𝐬𝐞𝐲, que nos permite pensar en disrupción: ¿qué tecnologías y qué tendencias puede haber, más allá del cómo? Hemos hablado de sostenibilidad, que es una, sin ninguna duda. Podemos hablar de biotecnología, podemos hablar de hacia dónde está yendo el mercado y qué señales nos está dando para ir en esa dirección.

    También me gusta la comparativa de 𝐎𝐬𝐭𝐞𝐫𝐰𝐚𝐥𝐝𝐞𝐫, en el sentido de 𝐓𝐡𝐞 𝐈𝐧𝐯𝐢𝐧𝐜𝐢𝐛𝐥𝐞 𝐂𝐨𝐦𝐩𝐚𝐧𝐲: si quiero ser una compañía invencible, tengo que tener un portafolio de innovación. Y ese portafolio de innovación no es sólo lo qué haré hoy, sino también alimentarlo de lo que haré mañana. Y tener un radar de qué cosas están pasando, de esas tendencias que van a ir alimentando. Como digo, ese portafolio me va a permitir elevar la vista y afrontar ese horizonte, esa navegación que hablábamos teniendo estrellas del norte.

  • ¿Cómo se equilibran la innovación y la transformación digital atendiendo al mercado?

    Las claves son innovar, transformar y operar.

    Hemos hablado de tener un portafolio y luego un balance entre los distintos horizontes y este portafolio. En este sentido, lo primero es operar, es lo que genera tu balance de caja, y operar de una forma eficiente. Y en ese sentido también elegir el compañero de viaje que te va a poder eficientar esos procesos.

    Si de lo que estamos hablando es de una transformación, tenemos que pensar hacia dónde quieres transformarte y en qué te quieres transformar. Estamos hablando de procesos, personas, tecnologías, formas de operar…y no es sencillo. Son cambios culturales, para ellos es necesario demostrar que estás generando esa atracción y estás dando ese valor, porque eso te permite esas ganancias. Y además te permite información de verificar esas asunciones en esa transformación digital, y en ese sentido pivotar en esa transformación.

    Por ejemplo, si estás pensando en clasificar a tus clientes o cual es el trabajo a realizar, lógicamente tienes que bajar esas asunciones. Hay gente que habla de 𝐩𝐫𝐨𝐝𝐮𝐜𝐭𝐨 𝐦𝐢́𝐧𝐢𝐦𝐨 𝐯𝐢𝐚𝐛𝐥𝐞 (𝐌𝐕𝐏) para poder transformar posteriormente. A mí me gusta más pensar en valor y en producto que realmente enamore (𝐌𝐋𝐏 - 𝐌𝐢𝐧𝐢𝐦𝐮𝐦 𝐋𝐨𝐯𝐚𝐛𝐥𝐞 𝐏𝐫𝐨𝐝𝐮𝐜𝐭). Y esto, desde un punto de vista del usuario, es crítico. No sólo estoy pensando en valor desde un punto de vista funcionalidad o tecnológico, sino que sea algo relevante para el usuario y le cambie su día a día.

  • ¿Y cómo podemos aterrizar eso en el sector del Call Center?

    Como consultor digital mantengo que hay que compartir propósito y cambio con el cliente, no solo en lo tecnológico, sino más allá de lo tecnológico; 𝐜𝐨𝐦𝐩𝐚𝐫𝐭𝐢𝐫 𝐞𝐥 𝐜𝐚𝐦𝐢𝐧𝐨 𝐜𝐨𝐦𝐨 𝐯𝐚𝐥𝐨𝐫 𝐩𝐫𝐢𝐧𝐜𝐢𝐩𝐚𝐥.

    Te voy a dar dos puntos de vista, cuando tú tienes un aliado tienes que pensar para qué quieres ese aliado. De hecho, puedes adquirir una tecnología, y cuando digo esto me refiero a adquirir un 𝐒𝐚𝐚𝐒, que me permite ser muy ágil pero no forma parte de mi core. También puedo construirlo, lo asumo como core de mi modelo de negocio, pero esto me lleva más tiempo.

    Pero hay una tercera vía que es disponer de un aliado que camina contigo y que llega a compartir una forma de ver ese propósito. Lo que era la externalización de servicios, estamos hablando de hace 20 años, ha evolucionado. Antes se definía el proceso y una vez que estaba definido podías externalizarlo.

    Ahora, la palabra outsourcing no está tan siendo muy utilizada, porque ya no estamos buscando esa externalización sino estamos buscando un compañero de viaje, y de hecho, las relaciones de outsourcing son más cortas en el tiempo y lo que se busca no es esa reducción de costes sino cuánto me aportas.

    El tener un partner en el camino que te ayuda de forma ágil y en momento de altibajos genera confianza, y eso te permite enfrentar los siguientes horizontes de una forma ágil. Es importante entender el propósito, la experiencia y quién es tu compañero de viaje. Para mí una empresa que se dedica a los procesos de relación con el cliente es clave que forme parte de tu ecosistema.

    Me preguntabas, ¿es transformación digital la transformación digital sólo? No. Es una transformación cultural, por lo que hay que elegir bien con quién te quieres asociar.

  • ¿Qué es lo que tiene que tener un buen partner para entrar dentro de este nuevo juego?

    Cada vez la sociedad se está consumerizando, permitidme el anglicismo, y lo que la tecnología está haciendo es que el consumidor demande esos cambios tecnológicos, porque los vive en su día a día. ¿Cómo ha evolucionado y porqué hablamos de propósito? Porque las empresas estudiamos quiénes son los interesados con los accionistas, y quizás el beneficio empresarial ha primado muchos años, pero creo que estamos ahora yendo en la dirección correcta. No solo desde un punto de vista de que nos lo exige la legislación sino porque estamos convencidos y, en ese sentido, no solo es que los consumidores nos lo exijan, sino que queremos dejar huella en la sociedad, compartir los beneficios. 𝐃𝐞𝐣𝐚𝐫 𝐝𝐞 𝐩𝐞𝐧𝐬𝐚𝐫 𝐞𝐧 𝐛𝐞𝐧𝐞𝐟𝐢𝐜𝐢𝐨 𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞𝐬𝐚𝐫𝐢𝐚𝐥 𝐲 𝐩𝐞𝐧𝐬𝐚𝐫 𝐞𝐧 𝐛𝐞𝐧𝐞𝐟𝐢𝐜𝐢𝐨 𝐬𝐨𝐜𝐢𝐚𝐥.

    Las empresas que han priorizado beneficios por encima de cualquier otro concepto son cortoplacistas, sus empleados y clientes no compartirán el propósito ni el valor. Los empleados y usuarios pueden pasar a tu competencia y estamos en una guerra por el talento también. También es cortoplacista el no pensar en economía circular, porque te limita los modelos de negocio. Si yo pienso en el reciclaje y el residuo es tarde. Tengo que pensar que el residuo es un defecto y tengo que pensar en hacer un diseño sin residuo desde el primer momento.